lunes, 19 de julio de 2010

La energía necesaria

Para poder hacer cosas se necesita energía. Cuando queremos realizar un cambio de hábitos o cuando avanzamos paso a paso hacia lo que queremos, necesitamos fuerza, capacidad, energía. Si nos planteamos un cambio en nuestras vidas es importante tener la fuerza para poder llevarlo a cabo. 

¿De donde sacamos esa energía?. De alimentarnos con los nutrientes adecuados, de dormir bien y de hacer lo que nos gusta.

Cada persona sabe qué le da energía y qué se la quita. ¿Cómo te sientes después de hacer algo? ¿Con más o con menos energía? Tus sensaciones son la respuesta:  Después de correr o nadar, por ejemplo, podemos estar cansadas porque la actividad nos consumió un tipo de energía, (que recuperaremos con una  buena comida y un buen sueño) pero al mismo tiempo puede que nos sintamos bien porque nos aportó otra: entusiasmo, alivio de stress, etc.

Puede ser una actividad física, artística, creativa. Tal vez es una comida compartida, unos minutos de juego o conversación con alguien, caminar, mirar la puesta de sol. Puede ser más simple: tomar el café en la taza que nos gusta, escuchar nuestro programa de radio habitual, regar las plantas. Para alguien será meditar o hacer yoga cada mañana, para otros, el placer de una ducha tibia o una tostada con miel. Sea lo que sea, qué cosas de las que nos aportan energía, estamos haciendo para obtener el combustible que requiere un trabajo de cambio

Planeamos qué queremos hacer, qué queremos cambiar o a dónde queremos llegar. Pero no siempre nos planteamos de dónde sacaremos la energía para hacerlo.


¿Qué cosas te dan energía? ¿Con qué frecuencia realizas aquello que te da energía?
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