lunes, 30 de agosto de 2010

Etiquetas o Post - It

Cuando conocemos a alguien solemos hacernos una primera impresión de la persona y colocarle una etiqueta. Después, a medida que pasa el tiempo le agregamos otras. También nos auto-etiquetamos. Pero con el tiempo, en algunos aspectos, la gente cambia (o al menos, algunas personas cambian). La costumbre nos hace seguir leyendo la etiqueta que hemos puesto hace tiempo. Cuantas veces tenemos catalogada a una persona y ni nos molestamos en observar qué encontramos ahora, cómo la vemos después de que ha pasado mucho tiempo desde esa primera impresión. 

A veces no es que la persona cambie sino que nosostras cambiamos nuestra forma de mirar, nuestra manera de acercarnos y conocer. Al cambiar nuestros valores puede cambiar nuestra valoración de las personas. Puede que en algunos casos nos venga bien desetiquetar, y volver a ver qué nos encontramos en ese ser humano que etiquetamos tiempo atrás. Por eso propongo recurrir a los Post-it. Esos cuadraditos de papel de poner y sacar que no se adhieren tan fuerte como una etiqueta nos permiten volver a juzgar una primera impresión. Porque tal vez el juicio que hicimos de alguien con la primer sensación ya no nos sirva para relacionarnos con esa persona ahora (o para dejar de relacionarnos).

¿Etiquetas a las personas? ¿Cambias esas etiquetas alguna vez?
.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Observación corporal

Mucho se habla del autoconocimiento. ¿Pero cómo conocernos? Un camino básico para conocernos es observarnos. Por ejemplo observar el cuerpo. ¿Pero qué es observarse? No se trata de mirarse al espejo, aunque es un muy buen primer paso, sino de notar como esta el cuerpo. 

El cuerpo es un reflejo de nuestra vida, de nuestro estado de ánimo, de nuestra salud, de nuestra forma de estar en el mundo. Si le prestamos atención, nos puede dar mucha información personal. Nos avisa, por ejemplo, que necesitamos descansar. Pero además puede mostrarnos enfados o angustias de las que no somos del todo concientes (¿ese desorden digestivo es porque algo que comimos nos cayó mal o por lo mal que nos cayó la noticia que nos dieron? ¿esa molestia es por un mal movimiento o por los nervios de la reunión de mañana?)  
.
Hace unos años aprendí un ejercicio que consiste en observar dónde ponemos el peso y cómo nos sotenemos. En cualquier momento en que estés de pie, intenta identificar cómo está tu cuerpo:  ¿Te sostienes por el apoyo de tus pies sobre la tierra? ¿O sientes que todo el cuerpo cuelga de los hombros? ¿Dónde estás haciendo la fuerza? ¿Sientes que tiras de las cervicales hacia arriba? ¿Tienes la cadera contraída y rígida? ¿Cae el cuerpo sin la tonalidad vital? ¿Está relajado y flexible? ¿La cabeza cuelga hacia abajo, se hunde entre los hombros, o se apoya suavemente mirando hacia adelante?

Es interesante saber si pasas más tiempo mirando al suelo o mirando a la vida de frente.  


¿Qué te dice tu cuerpo? ¿Qué observas en tu postura corporal?
.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Estar donde estamos

Estamos donde estamos. ¿Estamos donde estamos? ¿Esta nuestro pensamiento aquí o en otra cosa, en otro sitio, en otro tiempo? Infindidad de veces se ha dicho y se ha escrito que el único momento que existe es el presente. El pasado ya pasó y el futuro no ha llegado todavía. Es sólo en el presente donde podemos estar. 

El ritmo de vida actual no valora mucho estar donde se está. Sin ser muy concientes de ello estamos muchas veces en el futuro: haré esto, me compraré lo otro, cuando esté de vacaciones... O nos perdemos en la nostalgia del pasado. Puede sernos muy agradable recordar momentos que han pasado, pero no vivir permanentemente en lo que ya fue. Del mismo modo, es motivador pensar a futuro... mientras vivimos el ahora.

En algun momento del día, o en varios, podemos intentar concientemente estar donde estamos. Pensar en ese momento que estamos viviendo, prestar atención a los sentimientos y sensaciones que estamos experimentando (no a los que podríamos experimentar o a los que antes hemos tenido, sino a los de ahora)  

Ahora estoy aqui. Con lo que pienso ahora, con lo que siento ahora, con las emociones y sensaciones que me acompañan ahora, con lo que toco y huelo y veo y escucho y saboreo ahora.


¿Estás donde estás? ¿Estás haciendo una cosa y pensado otra durante todo el día? ¿Estás en un sitio y añorando otro permanentemente? ¿Qué emociones y sensaciones tienes ahora?
.

miércoles, 11 de agosto de 2010

El cambio y el entorno

Cuando se habla de cambio es importante tener en cuenta el impacto del cambio en nuestro entorno. Esta expresión se aplica en el contexto ecológico, pero es relevante también cuando de cambios personales se trata.

Un cambio personal, tanto si es voluntario como impuesto por las circunstancias, tiene repercusiones siempre en alguna medida en quienes forman parte de nuestro entorno cercano. Si estamos atravesando un cambio en nuestra vida, nos ayudará saber que va a afectar a los demás. Un cambio de hábitos, una nueva perspectiva, una modificación en nuestra escala de valores influirá en aquellos con quienes nos relacionamos cotidianamente. En algunos casos lo hará de forma leve, casi imperceptible. En otros lo hará de forma contundente. 

Vayamos a los ejemplos: Si decido iniciar una nueva actividad (un deporte, un curso, un carrera, una terapia, etc.) las repercusiones simples de las que hablamos pueden tener que ver con que se modifiquen horarios familiares, o se comparta menos tiempo con un amigo. Aunque también haya otras más profundas a más largo plazo.
Si decido darle menos (o más) importancia a la limpieza o a la planificación de las cosas, o si decido modificar mi alimentación, las personas de mi entorno cercano percibirán mis nuevas actitudes (que ya no limpio tan seguido la cocina, o que ahora voy a todas partes con mi agenda, o que  ya no como carne) y puede que les moleste, o que les guste o que les resulte indiferente.
Si hablamos de un gran cambio personal como puede ser una separación, un cambio de ciudad, o un importante cambio de forma de vida, nuestra familia, por ejemplo, se verá fuertemente afectada.

Cuando decidimos hacer un cambio los demás pueden estar de acuerdo o no. Es posible que alguien no quiera o no pueda acompañarnos en nuestro nuevo recorrido. Entonces será el momento de evaluar si preferimos quedarnos donde estamos o si realmente queremos seguir adelante. 

¿Qué reacciones genera tu cambio en tu entorno? ¿Avanzas en tu cambio aunque no te acompañen? 
.

lunes, 2 de agosto de 2010

Los deseos en el tiempo

Quiero lograr esto, y hacer eso, y tener aquello otro. Quiero. Quiero. Quiero.

Hoy te propongo cambiar la dirección del quiero. El quiero se mueve del presente hacia el futuro. La invitación es tomarse un momento para pensar el quiero desde el antes al hoy. 

Explico la idea: Consiste en observar qué cosas que hace un tiempo fueron quiero son parte de mi presente, hoy. A menudo nos centramos en el deseo dirigido al futuro y cuando el futuro llega no tomamos conciencia de los deseos que han llegado. Por eso esta propuesta: 

Quería esto, y hoy es parte de mi vida. 
Quería hacer eso y lo hice. 
Quería tener aquello otro, y lo tengo, o lo tuve durante un tiempo.

¿Eres conciente de todos los quiero de ayer que hoy eres, haces o tienes? 
.