lunes, 31 de mayo de 2010

La ocasión

El epílogo de un libro de  Manuel Cruz cuenta la anédota de un hombre a quien le habían regalado una botella de un excelente vino. Considerando muy valioso el obsequio decidió reservarlo para una ocasión especial. Habían pasado ya más de treinta años desde que le habían regalado ese vino y todavía no había encontrado el acontecimiento que mereciera abrirlo. 
¿Llegaría algún día? ¿Cómo tendría que ser de especial el hecho para justificar descorchar la preciada botella?

Me pareció una reflexión fascinante. Esperamos que los acontecimientos nos indiquen si son lo suficientemente merecedores de festejo, de nuestro brindis. Pero tal vez es simplemente cuestión de decidir que un determinado momento, sea cual sea, merece ser festejado. Creemos que será tan especial, tan distinto de todo lo que acontece que esperando nos perdemos el vino. 

Pretendemos que algo externo nos indique cuál es la ocasión adecuada. Nos resignamos a esperar y renunciamos a la libertad de elegir. Perdemos de vista que la cuestión está en decidir que un momento dado es especial y en vivrlo como tal. Y entonces bebernos el vino.

¿Encuentras en tu vida ocasiones para brindar?
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