miércoles, 26 de mayo de 2010

La decisión es nuestra

Hay un dicho popular que dice Dos no pelean si uno no quiere. Como la mayoría de los dichos,  tiene algo de cierto.
¿Cuantas veces nos encontramos discutiendo sin querer hacerlo? Una persona nos hace un comentario mordaz para que contestemos. ¿Pensamos antes de saltar automáticamente con otro comentario que tal vez no haga más que aumentar el tono de la disputa? Cuando nos agreden verbalmente ¿reaccionamos de forma automática con agresividad? ¿o respiramos profundamente y elegimos qué hacer?

La decisión es nuestra. Podemos decidir contestar aún peor y devolver la estocada por la espalda. Pero si preferimos podemos elegir no pelear.
  • Podemos optar por callar e ignorar el comentario.
  • Podemos decir ahora no quiero hablar de ésto, si es un tema que necesita ser tratado.
  • Podemos repreguntar para bajar la intensidad. Un ejemplo: Quien inicia: -Veo que hoy molestas tanto como siempre. Nosotras: -¿A qué te refieres concretamente con molestar? ¿Podrías especificarlo? Dicho siempre en un tono tranquilo que no implique ironía sino ingenuidad. El tono de voz es fundamental. 
  • Podemos sonreir en silencio.
  • Podemos cambiar de tema. Nuevamente el tono de voz es la clave. Hablar sobre el tiempo es un recurso siempre a mano. ¡Qué calor! Hace días que no llueve...
  • Podemos explicar Tu comentario me ha molestado.
  • Podemos aclarar Mientras me estés gritando no pienso conversar contigo.

Las variantes son muchas y cada una puede crear la propia según la circunstancia. La decisión es nuestra.

¿Cuál es la tuya? ¿Qué recursos utilizas ante una agresión verbal cuando no quieres pelear?
.

No hay comentarios: